¿Cómo atiendes a tus clientes?
¿Cómo atiendes a tus clientes?
Entré a una boutique donde ocasionalmente me compro algunas prendas y habían dos vendedoras. Una se acerca de inmediato y otra viene con una prenda y me saluda con una gran sonrisa.
La segunda persona es una vendedora por excelencia, siempre que me atiende busca las prendas que puedan ser de mi gusto y talla. Si no están en la tienda, llama a la casa matriz para ver si le pueden llevar rápidamente lo que necesito. Si no me gusta algo vuelve a intentarlo hasta que me deje feliz. Si al final de probarme las prendas yo decido no comprar, entonces ella me dice con una sonrisa: “lamento no haber podido ayudarla”.
Pero en esta ocasión no alcanzó a ser la primera que se dirigió a mí, por lo que me comenzó a atender la primera vendedora. Le comenté lo que andaba buscando y me señaló un lugar donde podía encontrarlo.
La segunda vendedora estaba atenta y le pasaba prendas a la primera vendedora para que me las mostrara, pero esta se estaba molestando porque sentía que se estaba entrometiendo en la atención y lo más importante aún, defendiendo “SU COMISIÓN”.
Cuando estaba en el probador y salí para ver cómo lucía, ella se encontraba ahí desconcentrada en otras cosas y estábamos a 20 centímetros, en todo el tiempo que estuve a su lado, jamás me miró.
Cuando salí del probador, me preguntó “¿cómo le fue?”, le dije que no me gustaba como me quedaba y ¿adivina qué?… Puso un rostro de 2 metros de largo, enojada y sin querer mirarme. Yo veía como colgaba la ropa indignada sin hacer ningún esfuerzo por “AYUDARME” a conseguir lo que yo necesitaba. Le pregunté algunas cosas y me respondía mal y cortante.
Al final, decidí irme sin nada y cuando estaba saliendo, estaba la segunda vendedora cerca de la puerta y la abracé diciéndole: “La extrañé, nadie atiende como usted, volveré otro día”. Ella me miró sin poder decir nada, solo me apretó fuerte la mano en símbolo de comprensión y de impotencia por la situación.
Me fui pensando en lo siguiente:
- Las personas muchas veces compramos por COMO NOS HACEN SENTIR. Si para ellos somos especiales y nos atienden con dedicación, es muy difícil que no se concrete la compra.
- Es muy importante la ACTITUD que tenemos en nuestros trabajos. Yo estaba dispuesta a llevarme una prenda, pero la mala atención me correteó hasta el punto de querer huir de ella, por lo que me quedé sin producto y ella sin su comisión.
- No puede ser más importante la comisión que la ATENCIÓN. Cuando NO nos enfocamos en ayudar al CLIENTE perdemos el objetivo de nuestra labor.
- Cuando las personas se conectan con su labor el desempeño que tienen es desde su corazón y eso se transmite. Eso hace que las personas conectadas tengan mejores resultados que el que solo hacen por dinero o por cumplir.
¡Gracias Miles!
Si te ha gustado el artículo y no quieres perderte los siguientes, SUSCRÍBETE
Procesaremos los datos personales que nos ha proporcionado de acuerdo con nuestra política de privacidad.